Defraude, no sea bobo

Publicado en: actualidad 10

Dije en el mentidero de feisbú que estaba escandalizada con Bankia. Es verdad que a estos personajes imputados por el fiscal les asiste la presunción de inocencia, pero también que el dinero no está.
El escándalo se expande a diario, como una mancha de aceite, a medida que los periódicos desvelan sueldos estratosféricos y prebendas sin medida. Son cantidades que nos rompen el alma cuando en la página siguiente o en otras más allá leemos sobre un desahucio o sobre lo que le cuesta a Cáritas llegar a fin de mes.
También sobre lo que están penando los enfermos con el copago o el sufrimiento de algunos farmacéuticos endeudados por culpa de la administración hasta niveles insoportables.
Tratando de olvidarme de todo eso y más, este jueves por la noche salí con unas viejas amigas -lo de viejas lo digo sin retintín, que estamos todas muy bien conservaditas- a reirnos de la vida, que es lo que nos gusta.
Lo pasamos muy bien, como siempre, y casi conseguimos terminar el encuentro sin mentar a la bicha, casi, casi… porque a punto estaba de despedirme cuando una de ellas me dijo: ¿sabes lo de la última instrucción de Hacienda?

Algo sabía, pero, desde luego, no tanto como ella, que es una experta en la materia. Lo que ha sucedido, en esencia, es que se ha ampliado aún más la puerta de la amnistía fiscal. Que los defraudadores lo tienen más fácil.

Tanto es asi, que, al parecer, ni los inspectores están de acuerdo con esta última medida.

Al final la lectura que alguno va a extraer de todo esto es que el que defrauda gana: «¡Que lleva toda la vida pagando religiosamente sus impuestos, pero hombre! ¿Es usted tonto? ¡Defraude hombre, defraude!»

10 Comentarios

  1. ELIA
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    Siiiiiiiiii , defraude que esta muy bien visto y robe el cepillo de la Catedral a diario durante 20 años y el CODICE y estafe , estafe todo lo que pueda y mas al estado …….
    Una vez me dijiste que :
    verguenza era robar ovejas .
    Yo creo que verguenza es todo esto que esta pasando , es un horror .
    PAISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS,como diria Forges .

  2. ¡Jesús!

  3. Sergio Naranjo
    | Responder

    ELIA: Vamos a dejar los códices quietos, que empezamos a mezclar libros, electricistas y ladrones y … ¡YO NO FUI! Yo siempre devuelvo los libros que saco de la Biblioteca, ¡ingsssss!

  4. Gustavo
    | Responder

    Es cierto, y creo que ya se ha comentado en este blog con anterioridad, que socialmente tiene mejor imagen el pícaro o el sinvergüenza que el que cumple a rajatabla, que es tildado de tonto.
    Evidentemente me indigno como el que más al ver cómo se maneja el dinero en este país y uno sabe que solo se ve la punta del iceberg y que el día que salga todo a la superficie, uuffff….
    Seré del grupo de los tontos (y ahí creo que entramos un porcentaje muy alto de españolitos) pero para uno es más importante mantener unos principio y valores que cree necesarios: honradez, sinceridad, fidelidad etc a pesar de que otros no actúen igual.
    Con alguna virtud y muchos defectos, uno se acuesta cada noche con la conciencia muy tranquila de lo que hace diariamente. Y dormir y descansar bien es la mejor medicina.

  5. Desde luego que sí Gustavo, afortunadamente la mayoría pensamos como tú; si no, esto sería el far west. Aunque no sé si lo va siendo ya …

  6. Pedro
    | Responder

    A Gustavo:
    Ser bueno no sólo es sinónimo de bobalicona debilidad en una sociedad en decadencia moral, siempre es una desventaja en cualquier medio donde imperen las leyes de la visceralidad. El ser humano es un privilegiado ser consciente, capaz de maravillarse ante la existencia, capaz de elegir opciones independientes de lo que le dictan sus instintos, de forjarse una dignidad que les distingue de los animales; pero entre nosotros muchos prefieren estar ciegos ante el incomodo ejercicio de nadar en reflexiones interiores, es más fácil pegar el olfato al suelo y seguir los rastros mundanos que levantar la mirada al mudo firmamento en busca de indicios que den sentido a lo que somos. Yo también pertenezco al grupo de los tontos, de los que creen que es posible un mundo mejor, donde la Felicidad no se encuentra saciando apetitos y codicias, sino más bien contemplando la vida desde lo más profundo de nuestro ser. No es una inutilidad creer en el Hombre y sus valores, creer en uno mismo, aunque el feroz día a día lo ponga en duda; estar en paz con uno mismo es dar luz a la vida, es fluir en ella con plenitud.
    A Ángeles, a propósito del artículo:
    “…el dinero no está”, ¿magia? Yo soy fervoroso creyente de los principios de conservación (de la energía, de la masa, de la carga eléctrica, del vil metal), aquí no hay magia; por ejemplo, los que tenían su dinero en las cajas lo han perdido porque ha cambiado de bolsillo, es decir, se lo han evaporado con exquisita elegancia “legal” y “corrección política”, y se ha vuelto a licuar allí donde habita la mezquina codicia. Como solución, el Estado nos está metiendo mano, con cínica naturalidad, para tapar esos agujeros mágicos por los que han desaparecido sumas astronómicas de dinero; los palos para los de siempre, los más débiles.
    ¿Y por qué no reducimos la abultada y excesiva administración política y le exigimos austeridad a ella?, es una pasta gansa (nunca mejor dicho) para tapar agujeros. No sé, por ejemplo, podríamos reducir una quinta parte el número de cargos y puestos políticos (& Company) y controlar sus gastos e inclinaciones por la pompa y el boato.
    ¿Defraudar?, no sé, pero tal vez va siendo hora de salir a la calle en plan minero, con horquillas, picas, azadas, antorchas y mucha voz para exigir una buena limpieza en nuestra Democracia. ¿No quieren recortes?, pues que empiecen por ellos, que al fin y al cabo han sido los irresponsables que nos llevaron al desastre.

  7. Gustavo
    | Responder

    A Pedro
    Evidentemente, uno no se siente tonto en sí, aunque socialmente sí lo puedo ser. Como decía, cada cual con sus principios y con su conciencia. Por que muchos corran más por la autopista, no voy yo a hacer lo mismo, aunque alguno al pasarte te haga una peineta.
    Me ha gustado mucho esa metáfora del dinero como la energía, no desaparece sino…
    Añado una cita para reflexionar, que no sé si es literal ni quién la dijo pero era algo así: «Si por fin sabes qué debes hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes»
    La fábula de los gatos y los ratones ejemplifica perfectamente cuál es el problema que tenemos con los políticos. Es genial.
    http://www.youtube.com/watch?v=UtTW72F8xo0
    Saludos
    Gustavo
    P.D. A Ángeles, ignoro si está o no está permitido incluir algún enlace. Si no es así, mil disculpas. Un saludo.

  8. Gustavo, he visto el video que enlazas. No lo conocía. Es muy bueno. Gracias.

  9. Sergio Naranjo
    | Responder

    Había oído la fábula, y su procedencia, pero nunca había visto el vídeo, y lo tenía olvidado. Muy oportuno, idea genial, Gustavo.

  10. Pedro
    | Responder

    Muy buen vídeo, Gustavo, algo desalentador porque muestra un círculo vicioso del que no se puede escapar, yo al menos no lo veo. La relación clase política-ciudadanía (gato-ratón) es una extensión social de los procesos naturales, en los que los seres de un sistema establecen unas interacciones; las hay negativas, como el parasitismo y la depredación, y las hay positivas, como el mutualismo, en el que las dos partes salen beneficiadas; obviamente, nuestra situación actual parece un claro ejemplo de parasitismo: la ciudadanía está jodida, atravesando un mal momento (dramático, en muchos casos, millones) agudizado por muchos años de la malas gestiones políticas, y mientras tanto la casta no ha cesado de hincharse de beneficios(*) a costa desangrar nuestra economía. No lo entiendo, ¿por qué hemos degenerado a este proceso natural negativo?, ¿es inevitable?, ¿no somos seres racionales?… desde luego que ratones no somos.
    (*) Cuando hablo de beneficios no me refiero sólo a sueldos en algunos casos arbitrarios y excesivos, a abundantes dietas y pensiones vitalicias desproporcionadas con nuestra realidad civil, a gastos y lujos (coches oficiales de alta gama, restaurantes, viajes en primera clase, teléfono sin restricciones, rarezas de mobiliario encontradas en los trasteros oficiales…). También me refiero a la descomunal administración política donde multiplicar todo la anterior, a la creación de puestos, empleos, embajadas, duplicidades, toda clase de cementerios de elefantes en cajas, universidades, fundaciones, empresas, organismos públicos… para amigos y familiares. ¡Por favor, un poquito de control! Animo a los funcionarios a medir y desvelar el tamaño de ese agujero que les quieren hacer pagar tan heroicamente.

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