El otro día me miré en el espejo y descubrí a mi abuela Gloria, la madre de mi padre, en los pelillos rebeldes que a veces llevo de cresta cuando no voy muy bien peinada o quizás en la forma de la cabeza, con la raya al medio, el pelo a dos aguas y recogido detrás en un moñete.
Más que como las bombillas que se encienden en los cómics cuando los personajes tienen una idea, lo que se iluminó en mi cabeza fue el flash de un fotógrafo, un fogonazo.
Tan rápido, tan de un instante, que a poco no lo capto: Pero vi a mi abuela Gloria.
La conocí muy poco porque yo fui de las nietas menores y ella tuvo siete hijos, si contamos sólo a los que sobrevivieron hasta la edad madura. Pero la tengo presente, como una foto fija en la mente.
No sé si era Eva Luna, la de Isabel Allende, la que se comunicaba con sus ascendientes o me estoy confundiendo con La Casa de los espíritus.
En momentos de tribulación yo hago como ellas y recurro a mi madre, a la suya, que se llamaba Paulina y con la que conviví mucho de niña, y ahora también a mi abuela Gloria, recuperada gracias a esos pelillos rebeldes y a ese peinado a dos aguas con moño.
Afortunadamente sigo teniendo a mi padre en el terreno de los vivos. El padre perfecto. El caballero sin espada que no falla jamás. El hombre del «eso está hecho» y de la sonrisa perenne. Lo suyo es el «como gustéis» de aquella película deliciosa que se llama «La princesa prometida».
Ascendientes y asideros
Publicado en: en primera persona
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ELIA
Me has emocionado con la perfecta descripcion de tu Padre ,la sonrisa peremne y …………..todo lo demas.
Y te dire que «honra merece el que a los suyos se parece» .
Besiños.
Juan Rey
Tu padre, tu madre y tú sois lo mejor del mundo. Ojalá hubiese mucha más gente como vosotros… A tus abuelas Paulina y Gloria no tuve el placer. La que hablaba con sus ancestros difuntos era Clara, la mujer se Trueba en La Casa de los Espíritus. Mi favorita Meryl Streep en el cine. Un millón de besos. Guardo con mucho cariño La isla misteriosa de Stevenson con una dedicatoria de tu madre…
Ángeles Arencibia
Juanito y Elia me van a hacer llorar -y estoy de un llorón últimamente-, pero este sería mucho más bonito. Muchas gracias por ser tan cariñosos.
ELIA
«El que siembra recoge , Angeliñas »