Esta tarde me ha tocado atender a Moncho, el rey del bolero, que ha venido al periódico para contestar a los lectores en la entrevista online.
Debía haber venido también Tamara, con quien ha grabado el disco Encadenados, pero al final la cantante no ha podido porque se encontraba indispuesta y Moncho ha contestado también por ella, previa advertencia de que era él el que lo hacía.
Ha contestado rápidamente, con las tablas de un artista que, como él mismo precisó, lleva 52 años cantando boleros.
Al terminar lo he acompañado a la puerta y hemos hablado de … boleros.
Le he dicho que me gustaban mucho y él me ha contestado que a todo el mundo le gusta un bolero. Tal vez, aventuré yo, porque cuentan historias.
Me pareció que él estaba de acuerdo con esto de las historias y, es más, me dijo que el secreto de los boleros es que cualquiera se puede sentir identificado.
Me dijo también que ahora está produciéndose un renacer del bolero entre la gente joven, aunque, me apuntó, los mayores han vivido más y por lo tanto …
Aquí nos interrumpieron y Moncho no llegó a terminar la argumentación.
Tres horas más tarde subí al coche, encendí el motor y pusé el CD de Moncho y Tamara. Sonó Perfidia, Ansiedad, Júrame y cuando ya llegaba a la altura de la Fuente Luminosa pensé que tal vez sí, que la vida a veces puede ser un bolero.
La vida en un bolero
Publicado en: anécdotas periodísticas
0
Deja una respuesta