Tiempos de injusticias

Publicado en: actualidad 7

Dice una activista pro derechos de los inmigrantes e inmigrante ella misma que ahora, que ya no los necesitamos porque no hay trabajo, nos olvidamos de lo que aportaron en los buenos tiempos, cuando aceptaron los empleos que nadie quería.

Ahora que ya no nos hacen falta, los condenamos al limbo sanitario, que, en muchos casos, es como empujarlos al dolor y a la muerte.
No tanto pero sí parecido ocurre con muchos pacientes de nacionalidad española. He oído a una mujer con aspecto de enferma que participaba en una de las manifestaciones del domingo que no puede ser que la sanidad pública sea sólo para los sanos.
Mientras las ONG, los sindicatos, otras organizaciones y mucha gente no afiliada a nada contesta en voz alta la medida, se moviliza o se alarma en la intimidad, el gobierno anuncia más y más hachazos a nuestros derechos, y los llama reformas.
Vas en el coche y escuchas en la radio que en Baleares los hospitales públicos tendrán habitaciones para alquilar a quien pueda pagarse un médico y saltarse así la lista de espera. ¿He oído bien?
Piensas que lo que escuchas es el argumento de uno de los últimos capítulos de Cuéntame, la serie que también se cargó la crisis. Merche, la protagonista, se opera en una habitación privada de un hospital público, porque su marido puede pagarlo. Pero el capítulo se sitúa a principios de los años 80 y nosotros hemos empezado ya la segunda década del siglo 21.
Más revival. En Francia, Marie Le Pen saca un montón de votos y hace temblar a la Francia de la igualdad, la legalidad y la fraternidad. Bernard-Henri Lévy llama «infecto» al partido de Le Pen en su artículo del domingo en El País y algunos de nosotros nos empezamos a tentar la ropa al relacionar a Marie con la Europa de entreguerras.
Lo que antes era una herejía, hoy es lo normal. No hay derechos, no hay más ley que el sálvase quien pueda, porque los recortes se ensañan con los débiles, con los que incluso ya lo eran en los tiempos del bienestar. Cuando, al menos sobre el papel, tenían derecho a …
Hace varios días que me llama una señora al periódico para contarme sus penas. Yo no puedo hacer nada, es una gota en un océano de calamidades. Tiene 77 años y vive en la miseria. «No me olvide», me dice y a mí se me cae el alma a los pies.
Pero no hay amnistía para ella, ni para los inmigrantes irregulares, auténticos parias en esta sociedad del nuevo siglo; ni para los estudiantes que tendrán que dejar la carrera o para los parados que ya han perdido toda esperanza. Este viernes, más reformas.

7 Comentarios

  1. Cuinpar
    | Responder

    «No me olvide».
    Qué dureza.

  2. Así es Cuinpar, justo lo que dices.

  3. UNO
    | Responder

    Estoy de acuerdo en la dureza de la situación, pero creo que el problema es que no hay dinero. No tenemos ni un duro y de donde no hay no se puede sacar.

  4. Sergio Naranjo
    | Responder

    ¿Que no hay dinero?
    Vamos a ver, sólo en plan local:
    Televisión autonómica.
    Unión Deportiva Las Palmas.
    En plan más general es la rechufa:
    A un cartero le quito el 5% de su sueldo, peeeero…
    a un banquero no le permito pasar de 180.000 euros, hombre, que veas cómo me preocupo de mi gente pobre.
    Eso, por no nombrar la mezquindad de no hacer públicas las ideas que tenían antes de las elecciones andaluzas, que anda si lo llega a haber hecho Zapatero.
    Eso, por no decir que algunos seguirán viviendo como Dios en casas que no pagan impuestos.
    O disfrutando pensiones del carajo por no haber hecho algo en la vida.
    O chupando de asesorías o cargos inútiles.
    O esperando a ver cómo le enchufo yo ahora una ayudita de diez mil milloncejos más a mi amigo Rodrigo Rato y compañía para que salden sus disparates financieros.
    Porque lo que nadie recuerda ahora es que la fórmula del «milagro» económico de Aznar la inventó Rato, y consistió en arruinar España. ¿O ya no nos acordamos?
    ¿O es que Intereconomía, Cope, El Mundo, Abc y demás benditos de Dios ya han hecho el efecto permanente en nuestra memoria?
    ¡Que no hay dinero, dice…!
    ¡Lo que no hay es vergüenza!
    ¡Nggggg!
    (Ahora lo que importa es que un indio le ha quitado el negocio a unos cuantos pobrecitos como yo, ya verás)

  5. Yo también creo que hay dinero. El mercado del lujo ha crecido, por ejemplo.

  6. UNo
    | Responder

    Yo creo que no. Por eso pedimos prestado cada quince días

  7. Sergio Naranjo
    | Responder

    Y al hilo, la primera cosa con rigor que dice un político ha sido la idea de Bravo de Laguna de dejar de subvencionar con el dinero de los canarios los productos de fuera que hunden la economía de aquí.
    Se habla de los quesos, pero está la leche, todo el sector primario hundido por competencia exterior imposible de superar.
    (Bien que lo sabe un pringao de una empresa de aguas)…
    Saludos.

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