
En un momento en que Europa parece más chica y miserable por la sentencia que consagra las devoluciones en caliente, las fotos que hizo James Barnor de la Ghana de los 50 me parecen una pila de argumentos.
La exposición que se puede contemplar hasta final de abril en Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria, se ha llamado “Ever young” (siempre joven), como el estudio que abrió Barnor en Acra, en el ecuador del siglo XX, un título que a la larga se convierte en premonitorio.
Barnor, que ha cumplido los 91, empezó con 18 a hacer fotografías en su Ghana natal, después pasó unos años en Londres, regresó, volvió y acabó jubilado en un pisito de la capital británica con cajas de zapatos y bolsas de plástico repletas de negativos.
La suerte ha permitido que esos negativos cayeran en manos sensibles e inteligentes, con lo que a Barnor le llegó el reconocimiento en vida y a nosotros y nosotras la posibilidad de contemplar su obra como ocurre ahora en Gran Canaria.
Camino por la sala de exposiciones y las caras que me miran desde las paredes son tan familiares que cualquiera diría que se hicieron en Ghana hace casi 70 años. ¿Qué habrá sido de la joven mujer policía? ¿Y del grupo de teatro? ¿Dónde estará el bebé que hacia gimnasia?
Nos parecemos tanto, que se dirían que son de la familia.
Hasta el 30 de abril, de lunes a viernes entre las 09.00 y las 18.30 horas, en Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria.
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