El PP ha dedicado estas últimas semanas a anunciar las grandes reformas que pretende poner en marcha. En algunos casos, como en Educación, hemos perdido la cuenta de cuántas veces se ha modificado el sistema. Es un baile de la yenka continuo, izquierda, derecha, delante, detrás, un, dos, tres y siempre volvemos al mismo sitio.
No sé si sería evaluable el coste económico que acarrea este continúo hacer y deshacer la madeja. Yo pienso ahora en los profesionales que las sufren y en los alumnos que quedan atrapados entre una y otra reforma.
¿Cuánto durará la próxima? ¿Lo que tarde en perder el PP?
Ha pasado tantas veces que parece una película que ya hemos visto, un déjà vu, el día de la marmota de Bill Murray, como decían esta mañana en TVE en referencia a la reforma financiera.
Las reformas tardan su tiempo en tramitarse de tal manera que cuando llegan a las escuelas ya casi están sentenciadas. Sometida al cambio permanente la enseñanza parece siempre de prestado, en precario, y así no hay manera de comprobar si, a lo mejor, la penúltima reforma ha dado en el clavo.
Un poquito de consenso y quizás algo menos de soberbia podría venir bien al sistema educativo, que al fin y al cabo es el lugar donde se cuece nuestro futuro.
La educación baila la yenka
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UNo
Estoy de acuerdo con lo perjudicial que resulta este cambio continuo en la enseñanza en España, pero por otro lado, creo que es la Educación una de las competencias que el Estado debe recuperar o al menos regular de alguna forma que obligue a las CCAA a impartir una materia mínima de caracter obligatorio para todo el país.
Ángeles Arencibia
Bueno, creo que ya es así. Hay materias mínimas comunes. Saludos Uno
UNo
No lo sé. Yo desde luego le he tenido que explicar a mi hija como fuimos invadidos por los musulmanes y se quedaron aquí durante 8 siglos.