El pulpo Paul se une al imaginario del apreciado cefalópodo, junto al del garage y al que vale como animal de compañía. Yo, que frecuento las Rías Bajas y sé de primera mano lo apreciado que puede llegar a ser el octopus vulgaris, no puedo imaginar qué pasará si, efectivamente, Paul tiene razón y España gana el mundial. ¿Lo haremos duque o marqués? ¿Damo de la orden de Isabel la Católica? ¿Medalla al mérito del Deporte? ¿director general de algo?
Como dice Esther, imposible sustraerse.
Va de pulpos
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Esther
Propongo elevarlo a la categoría del mero Pancho y dejarlo vivir tan ricamente en los fondos marinos. Por cierto, ¿no te dan ganas de ir al bar más cercano a pedir un pulpo a feira? 😉
Ángeles Arencibia
Sí el mero Pancho, el pulpo Paul, la trucha Luisa…