Tengo unas amistades relativamente nuevas que he hecho a base de pequeñas dosis. Son amistades construidas a empujoncitos, como moja el riego por goteo, y provocadas por las circunstancias. Se trata de las madres, abuelas y cuidadoras de los niños que cogen la guagua escolar con mis hijas. Seis años de encuentros diarios a las 7.30 de la mañana dan para mucho.
Ese punto inicial de la mañana, cuando aún la ciudad se despereza, es un momento doméstico y cotidiano que une si se tiene buen rollo; si no, es imposible. Me refiero a algún personaje seco como la mojama, de los que no saludaban ni a tiros y a los que ni el riego por goteo humedece. De esos ha habido, lo sé; pero la verdad es que no me acuerdo.
Componemos una curiosa pandilla. Tenemos edades y ocupaciones diversas, pero nos une un mismo obejtivo: sacar adelante a la camada. Esta meta nos proporciona una gran complicidad. El problema de uno de los niños -y cuando digo problema puedo referirme a que se ha olvidado la merienda- es un problema de todas y todas a una, como en la obra de Lope, corremos a aportar soluciones cuando alguien pulsa el botón de la alarma.
Hemos pasado juntas un buen rato, si se suman los diez o quince minutos que compartimos todas las mañanas. Es una amistad lenta como decía, hecha a porciones, ya que, para juntar una hora de conversación, hay que sumar tres, cuatro días, quizás cinco.
El encuentro mañanero es también un instante de recreo antes de empezar el día, pues siempre es grato saludar a una amistad, aunque sea a la carrera y mucho antes de desayunar.
(En la foto de Fernando Ojeda, guaguas escolares en posición de descanso)
Amistad de riego por goteo
Publicado en: en primera persona
8
ANTONIETA PATATETA
¡es que me encanta leer lo que escribes, sobre todo cuando hablas de tí y tus pensamientos!
Ángeles Arencibia
Antonieta, no sé a dónde voy a llegar, porque a veces me creo que escribo para mí sola y no es así. Besos.
ELIA
Mi consejo : sigue escribiendo para ti sola pues esta claro que nos gusta.Dejanos entrometernos en tus escritos y disfutar de lo que haces.
Tienes una mente limpia con grandes valores y no estoy largando piropos, se muy bien lo que digo.
Ángeles Arencibia
Qué bonito. Seguiré hablando sola, Elia.
Manuel Arencibia
Es la primera vez que entro en tu blog, y te felicito. Es intimo, es agradable, es reconfortante… Por favor, sigue así. Este de amistades por goteo, muestra la realidad de tantas y tantas madres (y algunos padres, que tambien existen) que comparten esos escasos momentos de sosiego tras la batalla a contrareloj mañanera cuando levantas a tus hijos, les preparas el desayuno, que se vistan, que tengan todo, que se peine… y corriendo a la parada…… y ¡por fín!…, 5 minutos de «sosiego» charlando con las otras victimas del stress mañanero. Son unos pocos minutos de «oxigeno», para, una vez que llega la guagua, salir corriendo a coger la rutina diaria.
Angeles, son estas cosas cotidianas las que realmente son parte de nuestras vidas, y tus nos las muestras, y sin querer nos haces reflexionar y darnos cuenta que estan ahí.
Ángeles Arencibia
Vaya Manuel, qué bonito lo que dice. No sé yo si va a resultar que somos primos. Gracias.
MARIA JESÚS
Querida amiga de parada:
Tienes mucha razón, las verdaderas amistades se hacen poco a poco envueltas en la vida cotidiana, en las vivencias del día a día y, sin darte cuenta, están ahí un día para lo que necesites.
Las otras «amistades» desaparecen con la primera riada.
¡Viva el riego por goteo!
Ángeles Arencibia
¡Qué viva!