Aprecio mucho las historias de los viejos. Me gusta que me cuenten cómo fue su infancia o cómo era la vida sin televisión. Cómo era eso de que no hubiera carreteras entre según qué pueblos o qué era estar embarazada sin ecografías. Con un poquito de paciencia, la conversación con una persona mayor puede ser tan interesante como una buena película, como una buena novela.
Hay veces que voy por una calle del casco histórico y pienso por aquí pasó mi abuela o la abuela de mi abuela y entonces reinaba Alfonso XIII o Isabel II, los hombres usaban sombrero y las mujeres mantilla. Disfruto cuando viajo a ciudades con más siglos de historia. Me paro ante Notre Dame, en París, y pienso en la Revolución Francesa o en la Francia ocupada.,¿Pisaría esta piedra Picasso? ¿Pasaría por aquí Negrín? Si estoy en Bayona, pienso en que por allí anduvo Martín Alonso Pinzón, con la noticia de un nuevo continente. Pero lo mismo me ocurre en el Museo Canario, cuando me paro a observar las momias de los aborígenes canarios e imagino cómo fueron sus vidas.
Esta curiosidad por los antepasados me ha hecho interesarme por la reciente historia de España y, en especial, por la de mi tierra chica, Gran Canaria. Más que los grandes hechos -que también- me interesan las vidas concretas de personas concretas.
Todo esto tiene relación con el hecho de que la biografía sea tal vez mi género preferido, que no tiene por qué ser de la etapa histórica de la que hablaba. Me mato por una buena biografía sea de quien sea y de la época que sea. También las memorias, que son las biografías escritas por el interesado, aunque mi experiencia es que algunos autores mienten como bellacos al hablar de sí mismos.
Estas navidades han llegado a casa dos libros en esa línea. El primero fue un completo error de Papa Noel. Trajo Franco, mi padre, un tomazo pesadísimo que dejé al poco de empezar porque sólo contiene humo. No esperaba críticas al dictador, ni mucho menos, pero sí alguna revelación de interés. Le daré otra oportunidad en el futuro, seguro.
El segundo libro me lo estoy merendando a mordiscos. Es trepidante. Se trata de las memorias de Ron Wood, de los Rolling Stones. (Ver reseña aquí y llámalo nepotismo)
Lo que me pregunto cuando me topo con unas memorias de este calibre, tan prolija en detalles, nombres y fechas, es si el personaje en cuestión fue por la vida con un cuadernito. José Luis de Vilallonga aseguraba que sí, y aún así lo acusaron de contar alguna imprecisión.
Tal como eran
Publicado en: en primera persona
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Cuinpar
¿Ya le echaste un ojo a la de Pilar Bardem? ¿Y a la de Adolfo Marsillach? Súper noveleras…
Yo le hincaré el diente a la de Ron Wood en las próximas semanas, en cuanto acabe «La tienda de los suicidas» y «Crónica del pájaro que da cuerda al mundo». Siguiendo buenas recomendaciones 😉
Ángeles Arencibia
Me apunto los libros Cuinpar, gracias.
A pleno rendimiento
Querida Angells, recomendarte varios libros :
1.- » La Hermandad de la buena suerte » de Fernando Savater, finalista del Premio Planeta. Trepidante historia de aventuras y llena de misterios que te encantará. Un poco toston al principio pero con un desarrollo que te engancha, muy centrado en la carreras de caballos y en la » suerte «.
2.- » Hoy caviar, mañana sardinas » de Carmen y Gervasio Posadas. Relato de la historia de los Embajadores ( sus padres) de Uruguay en Madrid (años 60) Moscu (años 70) y Londres (años 80). Por sus páginas desfilan toreros, ministros, reyes y reinas, príncipes y princesas, adivinos, divas de la ópera, famosos y famosas en general, hablando en primera persona y como protagonistas, en ocasiones, de las más delirantes escenas. ( ¡¡No te pierdas la entrada de Mariano Rubio, antiguo gobernador del Banco de España y futuro marido de ella, en su casa de Londres después de la celebración de la fiesta de halloween !!)
Un relato amable y humorístico de la vida diplomática y su lado gastronómico, un viaje divertido y suculento.
No te la pierdas ,la leerás de un tirón. Ya me dirás.¡Seguro que le encataría a Mercedes !
Muchos besos a todos y en especial a mi querido Antonet.
Ángeles Arencibia
A pleno rendimiento: Me parece muy sugerente el de los hermanos Posadas, lo leeré. ¡Adelaida!