He estado unos días de vacaciones y los he aprovechado. Quiero decir que me han cundido de una manera razonable. Holgar es un verbo muy bonito que como muchos otros tiene varias acepciones y puede significar tanto no hacer nada como hacer algo divertido.
En estos días he hecho de las dos cosas: nada y algo divertido. He de reconocer que ha sido mucho más satisfactorio hacer cosas que no hacerlas. La vagancia como tal cansa y aburre.
También he pensado en mis propósitos para el nuevo año. Algunos de ellos son de plantilla y otros son nuevos por aquello del cambio de prioridades que trae la edad y las circunstancias.
No sé si te ocurre lo mismo, pero a mí las ambiciones se me van moderando con la edad. Ahora el mero hecho de conservar cosas que antes daba por hechas me parece un propósito muy importante. Y asuntos que antes eran menudencias ahora son de envergadura. Así me pasa con un baño en el mar o con una conversación con una amiga querida, que antes eran poco menos que el pan de cada día y ahora que soy más consciente de que el tiempo es finito se convierten en bocatto di cardinale .
‘Bocatto di cardinale’
Publicado en: en primera persona
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Gustavo
Hola, Ángeles
Creo que en el fondo estamos de acuerdo aunque yo no diría que las ambiciones se moderan con la edad. Es más, creo que con el paso de los años uno es más ambicioso. Quizás cambia tu perspectiva de lo que es más importante, de qué cosas te hacen realmente feliz y sobre todo uno aprende a saborear cada detalle.
Uno intenta disfrutar de cada momento: compartir un café, pasear, escuchar música, ir a un concierto e incluso sentarse un rato frente al ordenador y compartir en tu blog algunas reflexiones ¿Por qué no? No sé, son miles de cosas que llenan tu día a día. Yo no busco una gran cosa que me pueda hacer feliz, intento saborear miles de pequeñas cosas que sí lo consiguen.
Aprender a gestionar nuestro tiempo no tiene por qué significar hacer cosas extraordinarias, significa que cada segundo tenga un sentido especial y único. Eso intento.
Un saludo
Gustavo
ELIA
¡¡¡Cuanta razon tienes!!!
Me gusta mucho lo del «tiempo finito»
Tus escritos si que son «bocatto di cardinale» y no es adulacion, es sinceridad.
Ya te estaba echando de menos , a mi tambien , con la edad me gusta disfrutar de lo bueno.
Ángeles Arencibia
Creo que estamos de acuerdo.
Ángeles Arencibia
Muchas gracias, eres muy generosa.
Juan Rey
Aunque sea más joven, como soy la persona más nostálgica de Europa puedo decir que también valoro esos momentos. Me paso el día echando de menos cosas, personas, situaciones, comentarios…
Por cierto, creo que la del comentario también es «Bocatto de Cardinale».