Hoy tenemos un día muy caluroso en Canarias y dicen que mañana será peor. Ayer, en Madrid, estaban a 22 grados y hace un mes en Galicia se pudieron bañar en la playa
Que el tiempo está loco no es ningún descubrimiento. Es un asunto sabido, sólo que, desde hace un tiempo para acá, parece que la descripción empieza a ser dramáticamente exacta.
22 grados de temperatura o más en Madrid en abril no es o era normal. Así se lo comentaba por teléfono a mi hermana que vive allí.
«Angeles, ahora el tiempo que hace no tiene nada que ver con la época del año», me decía ella. O sea, que en el calendario puede ser invierno, pero en la calle la sensación puede ser la de una perfecta primavera. Y viceversa.
Hoy mismo en Las Palmas de Gran Canaria hace un calor impropio. En mi casa, ahora al mediodía, el agua del grifo tardó en salir fría, y en la calle no hay quien pare.
El clima está confundido y, con él, muchas otras cosas. No sabemos si ponernos un abrigo o calzarnos las cholas y esto es una frivolidad comparada con las terribles consecuencias que auguran los científicos, pero nosotros seguimos como si tal cosa.
¿Por qué no empezamo por hacer una verdadera política de fomento de la bicicleta en Las Palmas de Gran Canaria? Digo yo, por ejemplo.
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