Vuelvo a la carga desde Galicia, casi mi segunda casa desde que hace 18 años encontré a mi medio melón, media naranja o media empanada, que quizás sea aquí un recurso más apropiado que el cítrico tradicional. Desde 1991 he pasado aquí todas las vacaciones de verano salvo una, y también alguna que otra navidad.
Uno se empareja con una persona, pero a menudo también con su familia, sus amigos, sus gustos y otras adherencias o circunstancias adscritas al sujeto en cuestión. En mi caso, mi media empanada me introdujo en una tierra verdaderamente interesante, divertida, y tan entrañable como desconcertante.
Esta visita anual e impepinable tiene, como todo en la vida, sus pros y sus contras. Es cierto que mi lista de destinos vistos está casi congelada desde hace años y que la llegada de las vacaciones no tiene mayor emoción en cuánto a cómo será ese sitio a dónde vamos. Pero, a cambio, disfruto del extraordinario placer del reencuentro. Y, además, centro mis energías. Viene a ser como aquel ingeniero que conoció una de mis hermanas en EEUU, especialista en la puntita de la punta de la cabeza de los misiles. No sabía de otra cosa, pero en esto no tenía rival.
Soy una viajera especializada en Galicia, y no en toda Galicia, sino en un punto muy concreto de la provincia de Pontevedra, tirando hacia Portugal, en el borde izquierdo de la Península según se mira desde Canarias.
Aquí, a pesar de mis insistentes visitas, sigo siendo un bicho peculiar: «quito» lo que ellos «sacan», seco en el «tendedero» y no en el «tendal»; cocino en un «caldero» y no en una «tartera», y a las «milanesas» las llamó «bistec empanado». Además, está la cuestión de mi acento que destaca sobremanera en este concreto punto del globo mayormente poblado de peninsulares. Estos y algunos otros aspectos de la vida enriquecen mis estancias con el placer del aprendizaje en asuntos gastronómicos, costumbristas y también hago alguna incursión pequena (la n por la ñ no es una errata) en la lengua de Rosalía.
Aquí no se está de viaje, se está de veraneo y al estilo peninsular. Somos veraneantes, no turistas. En estos días estamos en la fase del cuándo llegaste, después vendrá un tiempo de velocidad de crucero, con todos los saludos hechos y ya parte de las tradiciones cumplidas (la cena anual de Cecilia, la romería de la Virgen de la Salud …) y mucho antes de lo que nos gustaría vendrá la etapa del cuándo te vas, nos vemos en invierno, este año voy a hacer un viaje a Canarias …
Aquí tengo amigos a los que sólo veo una vez al año y siempre en traje de baño -que aquí lo de llamarlo bañador no se usa mucho-, por lo que son para mí eternos veraneantes. Y yo para ellos, supongo. No sé cómo son estresados por el trabajo ni he visto jamás a ninguno de sus hijos en uniforme del colegio, con la mochila de los libros a cuestas.
Sé que no es así, pero para mí Carlos, Nacho, Mari Carmen, Blanca, Guzmán o Mapi viven en un verano perenne.
(He encontrado este video en You Tube de la playa donde veraneo. Quizás sea demasiado largo)
Cuadernos gallegos (1) El reencuentro
Publicado en: actualidad
10
antonieta patateta
espero que haya más cuadernos
isilla
Yo tambien paso los veranos en Galicia. Es preciosa, su historia, su gente, sus costumbres…..!!!!
Resulta que este año yo fui a la romería de la Virgen De La Salud. Fue preciosa. Bueno espero poder volver a leer sus cuadernos gallegos!!!!
besos!!
x)
😉
Esther
Muy buena esta primera entrega de los Cuadernos Gallegos, Ángeles. Esperamos ansiosamente la segunda 🙂
Carlos B.
No te olvides una suculenta para suculenta empanada gallega para tus subordinados, jejjeje. Descansa muchacha!!
Gallega
Por lo que puedo observar en el vídeo nos encontramos pegaditas. Ya no podría decir lo mismo por tu descripción gastronómica puesto que el Municipio en el que me encuentro estos días (Nigrán) se caracteriza por una gastronomía típica de la zona costera de Galicia, de excelentes mariscos y pescados capturados al día en la propia ría. Lo mismo digo de los demás Municipios que conforman, junto a Nigrán, la comarca de Val Miñor (Bayona y Gondomar)
Por supuesto, con las exquisitas nécoras, langostas, percebes, camarones, lubinas, lenguados, polbos (pulpos) o sardinas, nunca está ausente un apetecible Albariño de las Rías Baixas.
De no haber visto el vídeo juraría (por tu descripción) que te encuentras en la Galicia interior.
Sobre los trajes de baño o bañadores, podrás contemplar distintos modelos de éstos. Un recorrido a lo largo de la historia. El evento se celebrará en la Foz (Marisma del río Miñor) el próximo día 30 de Agosto.
Ángeles Arencibia
Gallega: Esa historia del cocido pasó hace unos años. Llevo muchos veraneando en las Rías Bajas y he disfrutado de todo eso que cuentas. Sí, estoy en Nigrán, en Playa América. Merluzas, xoubas (¿se escribe así?), chinchos, nécoras, cigalas, rodaballo, almejas …. De todo eso he comido este verano. También disfruto mucho de las verduras caseras del Val Miñor, qué tomates, lechugas, judías, patatas, fruta ….. Sí, sí, aquí se come muy bien. Saludos.
Gallega
En Parada (Nigrán). Diariamente bajo a playa América. Espero reconocerte y saludarnos antes del Jueves.
Ángeles Arencibia
Gallega: Yo me pongo delante del quiosco de Rosa. Casi en la punta de la playa opuesta a Panxón.
Gallega
Demasiado tarde la publicación de tu último mensaje. Ya he regresado a casa.
Espero sigas disfrutando de las vacaciones, aquí difícilmente podemos disfrutar de los pocos días que quedan de verano ya que la fuerte tormenta que contabilizó 2.491 rayos (contabilizados por la Agencia Estatal de Meteorología entre las 05:00 y las 10:00)la mayor parte de ellos cayeron en el Atlántico dejando secuelas: cuatro vecinas de esta servidora heridas al ser alcanzadas por un rayo mientras mariscaban en la playa de Mañóns (Boiro)
Ángeles Arencibia
Gallega, será el año próximo. Un saludo.