Cuadernos gallegos (2) Un cocido descomunal

Publicado en: galicia, periodismo 10

Imagine un día calurosísimo. Usted tiene 25 años y la noche anterior ha estado de fiesta. Apenas ha dormido unas horas, pero ese día debe conducir 90 o 100 kilómetros porque está invitada a comer en la casa de una señora gallega, galleguísima. Una señora de las que reciben como Dios manda. Si espera una comida frugal, está usted muy equivocado. La frugalidad es una virtud poco cultivada en este país de verdes y suaves montañas.
Llega usted con toda su resaca a cuestas y con el calor del camino que ha hecho en un utilitario de los de antes, de los de ventanilla a manivela y cables que asoman por debajo del volante. De los tiempos en los que el aire acondicionado era un extra solo en vehículos de alta gama.
Usted espera una ensalada, una ensaladilla, quizás unas croquetas a todo meter. ¡Cuán errado está! La señora que, repito, es gallega, galleguísima, le tendrá preparado todo eso y más, mucho más. Quizás no tenga el omnipresente pulpo a feira -más propio de bares y tabernas-, pero a cambio puede que le ofrezca un contundente chorizo y algún fruto de la mar, -almejas quizás-, y empanadillas, croquetas, queso de tetilla…
Usted se entrega en los aperitivos porque están deliciosos y son abundantísimos y, además, nadie ha tenido la gentileza de ponerle sobre aviso. No se deje engañar por el aspecto inofensivo del gazpacho. Es sólo para despistar. La verdadera comida está por llegar. A pesar de que hasta las merluzas buscan la sombra porque esa leyenda de que aquí siempre está lloviendo es una falacia, hay cocido gallego. Y este es un cocido gallego, galleguísimo. O sea, descomunal.
Como usted tiene la fortuna o la desgracia de ser nueva en la plaza, la invitada, la novia del jovencito, la canaria de allende los mares, la colocarán en un lugar preferente en la mesa y, aprovechándose de su candidez, le servirán una ración de obispo.
La fuente de las carnes da respeto, con su medio metro de diámetro desbordado. Hay de todo, hasta un par de orejas de porco (el cerdo de aquí) con sus pelillos. Ya saben a quién le va a caer una de estas sugerentes orejas, junto a otros treinta tipos de elementos diversos entre verduras, carnes, vísceras y alguna legumbre.
Hay que festejar el cocido, pero a usted no le cabe un garbanzo en el estómago. Así que hace de tripas corazón y va comiendo poco a poco. Está todo sabrosísimo y en su punto exacto de cocción. Sabe a gloria pero todo tiene un límite. A trancas y barrancas lograr acabar con el platazo que le han servido mientras, además, trata de evitar que se le note que está a punto de explotar.
Va dejando la oreja para el final; más bien, va escondiendo la oreja como puede entre los restos de los otros ingredientes. Picotea para disimular hasta que alguien le hace la pregunta salvadora: ¿Terminaste? ¡Sí, sí!, exclama con júbilo casi a punto de lanzarse a bailar una muñeira.
Se recoge la mesa y cuando usted cree que ha llegado la hora del café, que ya está bien de comer, avisan que hay cañitas (hojaldre relleno de nata o de crema) y filloas -los crepes gallegos-. Tienes que probarlas, le dicen con un tono que suena a amenaza, y le sirven una de cada.
Termina la comida; se toma café y se abre el aguardiente. Tras la tertulia y antes de que le den tiempo a recuperarse, alguien empieza a hablar de merienda, entonces, presa del pánico, se levanta como puede, da las gracias más efusivas a su anfitriona, coge impulso y se echa a rodar por el jardín, camino de la salida.

10 Comentarios

  1. ovidiov
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    Me has abierto el apetito a pesar del calor que tenemos hoy por aquí!!! Hasta casi que me ha entrado morriña de esa hospitalidad gallega, que siempre nada en la abundancia!!!
    Por cierto, a mi me pasó algo muy parecido, pero con un cocido maragato…porque se sirve al revés. Primero la carne, y cuando no puedes más te ponen la verdura y los garbanzos y cuando ya piensas que estallarás…te traen una sopita!!

  2. Ángeles Arencibia
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    Ja, ja .. estuve en un asadero (aquí, una churrascada) en la que después de ostras de aperitico y la barbacoa en sí (chorizos, chuletas, chuletones etc), salió una de callos con garbanzos que hubo que comer. En honor a la verdad, esas situaciones de hiperabundancia sólo las he vivido en reuniones familiares o de amigos: En la vida diaria se come lo normal.

  3. marisol ayala
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    Me meto en el blog de la pareja amiga y veo que ella nos cuenta una historia simpática y apetitosa. Querida amiga, un beso para ti y otro Antonio. Pasadlo bien que eso de las vacaciones se acaban. Desde Las Palmas, una ciudad con panza de burro, abrazos. Marisol Ayala.

  4. Ángeles Arencibia
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    Me alegro mucho de que te parezca apetitoso y simpático. Un abrazo.

  5. Gallega
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    El primer comentarista, ovidiov, creo que no anda demasiado bien en geografía puesto que el cocido madrileño es el que lleva garbanzos entre sus ingredientes, el gallego, gallego de verdad, no lleva garbanzos.
    Me sorprende un poco la frase «En la vida diaria se come lo normal», porque si se refiere a degustar un cocido…, es un plato que, prácticamente a diario, se encuentra en cualquier mesa gallega, especialmente en invierno con la bajada del mercurio y la caída de las nevadas. Ya en la época estival es distinto, el consumo de pescados y mariscos se activa (rape, lenguado, chicharro, xoubiñas, sardinas, almejas, berberechos, mejillones, ostras, paella de marisco, arroz con bogavante…)
    Debo aclarar que también en invierno el consumo de pescado es alto, sólo que en lugar de cocinarse a la plancha o frito, solemos elaborarlo en caldeirada (bacallao, merluza…), y por supuesto, nunca faltan los pescados de río (salmón, truchas, reos o lampreas)

  6. Gallega
    | Responder

    Sacar en gallego = Quitar, extraer una persona o cosa de un lugar; retirar, vaciar (Tu haces malos quites, pero los saques de Nadal son geniales)
    Obtener algo por una actividad; conseguir, ganar, tirar (Tú quitaste un cero patatero en el examen, pero yo saqué matrícula de honor)
    Ayudar a salir de una situación (Mientras tú quitas de quicio a alguien, yo saco de apuros)
    Tendedero y tendal en gallego = Ambas tienen el mismo significado aunque tendal solemos emplearlo cuando hablamos de un cordel o alambre en el que se sujeta la ropa. Y tendedero solemos llamarlo a un lugar común donde se ubica el tendal. Por ejemplo, en un edificio el lugar común donde tendemos la ropa en los tendales
    Caldero o caldera y tartera= Recipiente redondo, de hierro o cobre utilizado para calentar agua o para hervir alimentos (generalmente para los animales). Si el caldero tiene forma troncocónica o cilindra , de cinc o de plástico, se utiliza para transportar agua o para hacer castillos en la arena.
    Tartera o pota se utiliza para cocinar alimentos y es más ancha que alta. Si es al contrario (más alta que ancha) la llamamos olla (en gallego ola).
    Milanesa o bistec empanado= El término milanesa es originario de Milán. En Galicia a toda acción de recubrir con pan rallado, harina de trigo o de maíz, se le llama empanar.
    Turista y veraneante= La diferencia (en Galicia) entre una zona o ciudad ocupada por turistas y otra ocupada por veraneantes es abismal.
    El veraneante ocupa su vivienda turística en sus períodos vacacionales, que suelen centrarse en la época estival, algún que otro puente o vacaciones de Semana Santa. Suele buscar su residencia en la costa o en el monte y con una programación destinada al descanso o al ocio (cafeterías, centros comerciales, playas, cines, teatro…). Suelen mostrar una acusada preocupación por la variedad climática.
    El turista suele viajar en cualquier época del año (Santiago de Compostela, como ejemplo) y su interés por conocer patrimonios de cultura, otros paisajes naturales u otros modos de vida le favorece para una rápida adaptación climática. No suele preocuparles el calor, el temporal, el frío o la nieve y mucho menos sus medios de transporte, que suelen ser varios (avión, tren,barco, autobús, turismo, bicicleta, moto, caballo, burro…)
    Claro está, entre los turistas podemos destacar los turistas residenciales (pasan largas temporadas al año en sus segunda residencia, ejemplo del Levante español o Baleares) y los turistas de paso (cortas estancias en un mismo lugar, ejemplo de Galicia)

  7. Ángeles Arencibia
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    Olé

  8. Cubano
    | Responder

    Yo creo que el que no haya probao unos buenos garbanzos en potaje y una buena tortilla de patatas y cebolla ,queso gallego,olivas y dos copas de ese vino de Galicia hecho por los gallegos ,pues se a perdido algo muy bueno , la idiosincracia gallega posee una gran cultura de platos ,vinos y todas esas exquisiteses y deleites tremendos ,aceitunas y ese queso tan rebueno de las lomas o las monatanas de Galicia que si mal no recuerdo es de ovejas y cabras,Un saludo.

  9. Cubano
    | Responder

    Aca cerca de donde vivo ,pues de vez en cuando visito yo una taberna -restaurant de gallegos y honestamente creo que en cuestiones de cocina y platos ,garbanzos ,hay que quitarse el sombrero con los gallegos ,porque sinceramente no se porque sera o como es que hacen ,pero los gallegos cocinan unos platos riquisimos y hacen unos dulces tremendos ,la verdad es que tienen un talento que le zumba de verdad.

  10. Mario
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    Menudo baazctao nos llevamos por aqui realmente, uno se queda un tanto descolocado al conocer la realidad de sus paisanos y paisanas. Un absoluto desastre.Un saludo, buen blog.

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