Como mi perro Kobi, cuando ve que cojo su correa, así estoy yo con el parte de vacaciones en el bolso.
Cuando se da cuenta de que me preparo para sacarlo, Kobi se pone en dos patas y se me agarra a la pierna derecha, hace ruiditos y menea la cabeza, ansioso por salir a la calle.
Yo siempre voy a dos patas y no hago ruiditos, pero en el fondo siento lo mismo.
(En la foto Kobi con un amigo mayor)
En vísperas
Publicado en: en primera persona
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