Con un ¡Viva la República! ha acabado este sábado en el cementerio de Arucas un nuevo episodio protagonizado por la aldea gala -por resistente- que lideran las primas Sosa, Pino y Balbina, y que no es sino el preámbulo de un acontecimiento esencial que tiene lugar el próximo domingo 24 de marzo de 2019.

Ese día está previsto que se celebra el entierro de los 14 represaliados del franquismo que fueron hallados en el fondo del pozo de Tenoya en 2017, tras 80 años hundidos en el barro.
Siete de ellos han sido identificados gracias al ADN y el de los restantes espera por un familiar que permita la comparación. Entre los que tienen nombre figura José Sosa Déniz, latonero, socialista, y padre de Pino Sosa, la jefa de nuestra aldea gala, que tenía un mes cuando lo desaparecieron a él y que ahora, a sus 82, culmina la misión de su vida.

La presidenta y la vicepresidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de Arucas han presidido este sábado la ceremonia anual en homenaje a los 77 personas desaparecidas del municipio el 19 de marzo de 1937 a manos de partidarios del golpe de estado franquista.
A pesar de los éxitos y del hallazgo del padre de Pino, las primas no dan por concluida la batalla, y como Abraracúrcix y sus paisanos, las Sosa siguen en la brecha como han dicho siempre: hasta que aparezcan todos.
Con el apoyo de las administraciones, han abierto ya dos pozos (las Brujas y Tenoya) y han sacado 38 cuerpos en total. Quedan los de la Vuelta del Francés y este del puente de Arucas donde se celebran los homenajes del 19 de marzo.
Escribo sobre las andanzas de las primas Sosa desde 2007, pero ellas empezaron mucho antes a buscar a los desaparecidos del franquismo en Gran Canaria. Desde el primer momento me cautivó su historia y ese enorme coraje que parece imposible que quepa en cuerpos tan menudos.
Con el tiempo las Sosa se han convertido para mí en amigas entrañables, y así las sigo siempre que puedo.
Este sábado, bajo un sol más de calentamiento global que del mes de marzo y con el alma envuelta en trapos rojos, amarillos y morados, la aldea gala ha dado una muestra más de resistencia.
Aquí se ha anunciado que el entierro de los 14 del pozo de Tenoya está previsto que se celebre el domingo 24 de marzo en la plaza de Arucas y que la ceremonia comenzará a las 10:00 horas.
“Los velaremos una hora y después los traeremos al cementerio, que es donde tienen que estar y no en los pozos”, ha explicado Pino a los asistentes al homenaje.
El puente del pozo de Arucas, vacío tras el homenaje. Placa en el pozo del puente de Arucas, donde se celebran los homenajes del 19 de marzo desde hace más de veinte años. El texto es un verso de la Divina Comedia de Dante.
De vuelta a Las Palmas, me he traído en el coche a Auri- Stella Expósito, a la que también conozco de años. Auri- Stella tenía “un año menos 8 días” cuando el 5 de abril de 1937 se llevaron a su padre, César Expósito, para desaparecerlo en la Sima de Jinámar.
César tenía 36 años cuando lo mataron. Su hija, con 83, persiste en el empeño de sacarlo de la sima y enterrarlo en un cementerio.
Esto me contaba Auri-Stella mientras yo conducía de camino a su casa. La aldea gala.

Gregorio
Gracias Ángeles por tu sensibilidad. Tu empatía hacia este tema habla de tu profunda humanidad.
Ángeles Arencibia
Gracias a ti Gregorio, eres un puntal.