El escándalo de la intoxicación masiva por salmonelosis que afecta a al menos a 80 clientes de una cafetería grancanaria en Las Palmas de Gran Canaria planteó este miércoles por la tarde una situación muy interesante gracias a internet y sus posibilidades.
La absoluta inmediatez de la red permite mantener un toma y daca contínuo con los lectores. Así, tan pronto se colgó la noticia de la intoxicación, aparecieron los primeros comentarios de lectores que exigían conocer cuál era el foco de la salmonela.
En la misma información se explicaba que la salmonelosis tiene un periodo de incubación que puede llegar a las 72 horas. En consecuencia, algunos lectores querían saber si debían temer por su salud pues en los últimos días habían estado en alguno de los establecimientos de restauración del centro comercial en cuestión.
La Consejería de Sanidad no facilitó ese dato, que se pudo averigüar a través de varias fuentes y confirmó finalmente el centro comercial. No fue éste el único medio de comunicación que informó de dónde se había producido intoxicación, además, el boca a boca de 80 afectados, su familias, amigos y conocidos hizo correr la información de un lado a otro de la ciudad de tal manera, que lo difícil hubiera sido no enterarse.
Traigo a colación el asunto por el juego que se estableció entre los que exigían información y los que podían dársela, y observo una evolución en la relación entre los que leen y los que son leídos. Ahora los primeros pueden patalear sobre la marcha: «Oiga, quiero saber y saber ya». Los lectores son cada vez más propietarios de lo que leen.
La información y sus propietarios
Publicado en: periodismo
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antonieta patateta
DEMASIADO CORTO! BESOS
Ángeles Arencibia
Demasiado trabajo, besos