Hay colectivos profesionales que disfrutan de extraordinarios privilegios. Libranzas, vacaciones, pagas extras, beneficios por esto o por aquello. La mayor parte de ellos proceden del sector público o de empresas que alguna vez fueron del Estado.
En muchos casos, los privilegios proceden de huelgas sonadas, paros que pusieron en jaque al resto de la ciudadanía y que se resolvieron pasando por el aro de los que tenían la sartén por el mangos. En otros, fue el político de turno que usó la pólvora del rey para su beneficio.
Ahora, el problema está en Barajas. Al parecer el desbarajuste en el que se están viendo atrapadas centenares de personas tiene su origen en que siete controladores del mismo turno están enfermos. Los siete a la vez. Qué nefasta casualidad.
Y no sólo están los siete enfermos, sino que, además, no ha sido posible encontrar sustituto debido a las fechas navideñas. Por esos siete y las vacaciones de los que podrían sustituirlos centenares de viajeros sufren retrasos, pierden conexiones y algunas otras puñetittas propias de la situación. Habrá quien viaje con bebés, con ancianos, incluso habrá quien viaje con urgencia.
Siete controladores de baja son capaces de poner el aeropuerto patas arriba, como si fuera suyo. Habrá que tomar nota, ser prevenidos y antes de programar un viaje preguntar a esto señores cuando piensan ponerse buenos o esperar por los otros, a que acaben sus merecidas vacaciones.
No he leído que ninguno se haya presentado voluntario en Barajas tras conocer el problema. No quiero pensar que sea una medida de presión encubierta. «Quita, quita», me dice mi vecina, que está en el paro,, «si ya tienen de to`»
Los siete de Barajas
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Ruymán
¡Calla, calla! Que el 12 vuelo con Iberia a Santo Domingo y, entre la presunta huelga de celo de los pilotos y la enfermedad contagiosa de los controladores de Barajas, no sé a qué santo encomendarme para viajar sin problemas.
Feliz año y buenas mini vacaciones.
Ángeles Arencibia
Te deseo suerte para el día 12. A mi hermana, mi cuñado y mi sobrina, de 6 años, los despedimos a las 5.30 en la puerta de casa. Volaban a Gran Canaria- Madrid a las 19.00 horas. Acaban de regresar del aeropuerto y están en casa para hacer tiempo porque ¡les han retrasado el vuelo para las doce de la noche! Habrá miles de historias como ésta. Y mucho peores, ellos tienen suerte de poder esperar en casa de la familia. No falla; llegan las vacaciones y los señoritos del negocio aeroportuario aprovechan para estirar la cuerda.
marisol ayala
Querida, hace tiempo que no hablo ni contigo, ni con Gandara. Pasa el tiempo, nos liamos y… Sabes que a los de esa casa, que es la de mis amigos les deseo lo mejor para el año que ya está aqui. Salud y suerte. Tenemos pendiente un comistraje de esos que los cuatro (Miki, tambien) hacemos de vez en cuando. Dale un beso grande al Gandara. Te sigo en un blog, colega y amiguísima.
Marisol Ayala.
Sergio (Avatareño Mayor)
Ángeles, te echo el guante de que investigues las condiciones del convenio colectivo que tiene dicho sector… sueldos mínimos, horario laboral (con sus descansos incluídos), condiciones laborales, seguros, etc… y que los hagas públicos.
No hay derecho a que uno de los colectivos profesionales mejor tratados y pagados se pongan en huelga… es inmoral.
Ángeles Arencibia
Sergio. Inmoral. El vuelo de mi hermana, que tebía que haber salido el sábado a las 19.00 horas, termrnó despegando el domingo de madrugada. Mi hermana, su marido y su hija de seis años, junto al resto de los doscientos y pico pasajeros fueron a su hora para coger el vuelo, pero les dijero que no, que salían a las doce de la noche. Volvieron al aeropuerto y los mandaro a un hotel, a donde llegaron a la una de la madrugada después de recoger las maletas; a la hora los despertaron para coger el avión. ¿Qué te parece