Escuchando una entrevista en la radio a la diseñadora Rosa Clará se me ha ocurrido que ahora somos como los gatos, porque, si tenemos suerte, podemos vivir siete vidas.
Rosa Clará es especialista en trajes de novia y hablaba con el periodista Carles Francino de su trabajo. Decía que cuando empezó a diseñar las novias tenían en torno a 20 años y ahora, no hay una con menos de 30. «Vienen», dijo, «mucho más informadas». Posiblemente, añado yo, porque son mujeres con una carrera, un trabajo, una experiencia, que no salen como antes de casa de papá para meterse en la del marido.
«Ahora vivimos tanto», me dijo una amiga en relación con un asunto que ahora no viene al caso, pero que sí tiene que ver con la duración de las etapas de la vida o con cumplir etapas.
Yo me imagino a mi abuela a los 50 casi como una anciana y yo, sin embargo, que los tengo a la vuelta de la esquina, me siento razonablemente joven y con toda una vida por delante. Pienso también en la Casa de Bernarda Alba y en aquellas vidas monótonas en las que nunca pasaba nada.
Ya he vivido varias vidas y aún espero que me queden otras más. Desde luego, el tiempo es una fortuna.
Nuestras siete vidas
Publicado en: en primera persona
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elia
Si , yo tambien oi la entrevista en la radio , comentaba que claro al ser mayores , las novias ya tenian criterio propio y no se dejaban gobernar por las madres o por las suegras ,que sabian muy bien lo que querian .
Yo ya paso de los cincuenta y me sigo considerando joven , jovencisima ………….me hago mayor cuando veo a mis hijos .
Esperemos encontrarnos en esas otras vidas ……………
Por cierto ¡¡¡¡¡ que coñazo pasaban las hijas de Bernarda Alba!!!!
Ángeles Arencibia
Elia, estamos en otra mejor etapa y van …