El otro día, hojeando una revista de ballet en la escuela donde mi hija recibe sus lecciones, encontré el probable origen de mi primer apellido. En la mancheta de la publicación figuraba el apellido Arantzibia.
El descubrimiento me produjo una alegría parecida a la que se siente al encontrar a un viejo amigo por la calle. Como si aquella Arantzibia de la revista -vasca sin duda-, fuera de la familia.
En otra ocasión, navegando por internet, me topé con un jugador de béisbol, nacido en Florida, que se llama Jonathan Pablo Arencibia y sentí una sensación parecida:¡Vaya, este debe ser de la familia!
Pienso en uno y en otro y me siento eslabón entre ambos, en un proceso que ha tardado siglos y que ha llevado a nuestra apellido de una punta a otra del globo.
Estos hallazgos demuestra que el origen del apellido está en el País Vasco, desde donde en un momento determinado -por lo que sé, muy pronto-, emigró a Canarias, donde fue paulatinamente adaptando su fonética a la forma de ser isleña.
Y de aquí, a Cuba, y de Cuba, a Florida, para que en la muy yanki liga de baseboll figure un jugador que responde al nombre de JP Arencibia.
Daba vueltas en mi cabeza a la aventura maravillosa de mi apellido, cuando me topé con mi amiga Marisol, nacida en Cuba, pero decididamente replantada en Gran Canaria. Como muchísimos otros canarios que procedemos de otras regiones o países, o que tenemos familiares de aquí o de allá, Marisol es una de nosotros, porque esa mezcla es lo que nos hace ser como somos, es parte de nuestra riqueza.
Me acordé de todo esto ayer, cuando supe que el presidente del Cabildo de Tenerife había cuestionado la opinión de una compañera del periódico con el peregrino argumento de que ella es peninsular. . Sentí verguenza ajena porque el argumento es caduco y cutre, y también porque conozco a Silvia y sé lo buena profesional que es.
Pensé también en la gran cantidad de amigos, conocidos, familiares o amigos de mis amigos que nacieron en Canarias y ahora viven en otro lugar del planeta.
Después me imagine al presidente del Cabildo de Tenerife muy preocupado por el lugar de nacimiento de las personas que tiene que tratar a diario, y hasta me hizo gracia.
«Esa señora peninsular …»
Publicado en: actualidad
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