Hace pocos menos de un año secundé una campaña de blogueros contra la anorexia y la bulimia. Lo que nos pedían era que escribiéramos entradas contra ambas plagas, utilizando el mayor número de las palabras claves que usan las personas enfermas para comunicarse en internet.
Así supe que palabras como Ana y Mía o expresiones como princesas de porcelana eran términos del argot. La campaña pretendía sacar de los primeros puestos en los buscadores los artículos que promocionan estas enfermedades, los que explican cómo vomitar y atrocidades como ésta. De estas manera, cuando personas enfermas buscaran en internet artículos que las ayudaran a vomitar o a no comer, encontrarían textos que les hablarían de escapar del horror. Esto se publicó en junio de 2008.
Desde entonces este post recibió muchos comentarios, pero yo seguí la recomendación de los promotores de la campaña y no los publiqué para evitar que el tiro saliera por la culata. Sólo di el visto bueno a algunos que iban en la misma línea que el propio post. El artículo sobre la plaga de la anorexia ha seguido cosechando comentarios, pero hace ya mucho que no publico ninguno. Sin embargo, este domingo he abierto el administrador del blog y he visto uno que me ha estremecido. Sólo dice «ayúdenme».
Lo firma Abigail y yo llevo todo el día pensando cómo podría ayudarla.
Un grito de auxilio en internet
Publicado en: miscelanea
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