Canarias7 realizó la semana pasada el seguimiento de un drama. Después de los correspondientes avisos y advertencias, la falta de apoyo institucional obligó a cerrar la residencia Timanfaya, más conocida por su antigua denominación de Jesús Abandonado.
El primer aviso se dio en el mes de abril y la presidenta de la fundación que la ha gestionado en los últimos tiempos dijo entonces que las instituciones conocían la situación.
Estoy segura de que si no llega a ser por los empleados -a los que, por cierto, se les debe dinero-, el cierre habría pasado desapercibido y seguramente la situación de los residentes sería otra.
Hoy la mayoría han sido acogidos gracias a una ONG (la Obra Social de Acogida del hermano Jesús García) y una minoría han sido alojados por el Cabildo.
También estoy segura de que si el periódico no hubiera hecho de portavoz de la llamada de auxilio de los trabajadores, no se habría conseguido ni esto.
Verdaderamente tiene que ser muy triste dedicarse a la política.
(En esta foto de J. Pérez Curbelo, algunos de los residentes se disponen a marchar)
Jesús, abandonado del todo
Publicado en: actualidad
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