Un día cualquiera de estos leyendo algo sobre nuevas medidas de ajuste -cuando lo digo pienso en una faja de las de antes-, me acordé de un viejo cuento sobre unos garbanzos.
En los años de mi infancia solíamos ir todas los fines de semana a un lugar -que hoy recuerdo como el paraíso- al que se llegaba por una carretera de tierra con muchísimos baches en el último tramo.
Cuando llegábamos a esa parte del camino y el coche empezaba a balancearse, mi padre o mi madre decían que que bien, porque así, con el traqueteo, se colocaban los garbanzos.
Nunca pregunté la razón de esta frase ni su origen, y siempre imaginé a los supuestos garbanzos rodando dentro de su saco para colocarse mejor.
Por supuesto, en el coche no había garbanzos. Era sólo un juego para los niños.
Decía que me acordé de esta historia el otro día, leyendo algo sobre una nueva reforma económica.
Vi una relación entre una y otra cosa: Nosotros somos los garbanzos y los ajustes, los baches. Lo único que ocurre es que nos estamos colocando.
Esperemos que al final del traqueteo quedemos todos mejor y no solos unos pocos mucho mejor y muchos más, mucho peor, que es, por otra parte, lo que suele suceder.
Se colocan los garbanzos
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Gustavo
No conocía la expresión, Ángeles. Gracias.
Me encantan los dichos populares (nada que ver con lo que dicen los populares, Rajoy y cía.).
Siguiendo un poquito lo que nos cuentas, el problema es cuando a unos les obligan a ir por caminos de tercera clase y tardamos en llegar a nuestro destino una barbaridad o nos quedamos y nunca llegamos porque el coche se quedó en la cuneta…. Y otros pueden ir por autopistas con todas las comodidades y llegan a su destino en un santiamén.
Bueno, sea cual sea el camino de cada uno, a intentar tomarlo con actitud positiva y recordar al bueno de Antonio Machado «Caminante no hay camino…»
Ángeles Arencibia
Me gusta mucho Machado, como a media España. Gracias a ti Gustavo.