Esperanza Aguirre ha dicho esta mañana en Onda Cero que la creación del Ministerio de Igualdad, «es como si creáramos un ministerio de la verdad o de los peces de colores».
La presidenta de la Comunidad de Madrid sabrá sin duda que la discriminación de la mujer en España no es un hecho superado.
Según un estudio del Instituto de la Mujer, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en España es del 20%. Es decir, ellos cobran un 20% más de media.
De este 20% de diferencia, el informe cifra en un 17% «la parte que no puede justificarse por razones distintas al sexo de la persona ocupada». Es decir lo que te dan de menos única y exclusivamente por no haber cumplido el requisito de nacer varón.
Los peces de colores tienen, sin duda muchos problemas, pero las mujeres más.
Hay datos para dar y tomar: de las más de 1.000 personas que forman parte de los consejos de administración de las empresas españolas tan sólo 45 son mujeres.
En muchas esferas de la vida profesional la relación entre hombres y mujeres tiene forma de pirámide: hay muchas mujeres en la base y pocas en la cúpula.
Valga como ejemplo unos datos de la ULPGC correspondientes a febrero de 2007: el 72,30% de los licenciados en medicina son mujeres; el 68,12% en el caso de Sociales y Jurídicas y el 76,13%, en Humanidades, sólo en técnicas hay más hombres. Sin embargo, el número de catedráticas es de 16 y el de catedráticos, de 90.
La polémica que ha originado la composición del nuevo gobierno de la nación, con mayoría de mujeres, y el nombramiento por primera vez al frente del Ministerio de Defensa, es en sí misma un indicio de cómo estamos.
La conciliación de la vida laboral y familiar, los estragos de la violencia doméstica…
Parece que las mujeres tienen algún problema más que los peces de colores.
La tocaya de Teresa
Pero, ¿qué vamos a esperar de la masa gris de Espe que no cuenta con el voto de los socialdemócratas? ¿Qué se puede esperar de una señora a la que avala Fede Losantos? Pues eso, la ocurrencia casposa.
PD. Una antigua colega suya celebra su retorno en versión digital. Y lo guapa que salió en la foto, señorita Arencibia…