Según leo en CANARIAS7, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, considera que «un exceso de publicidad» contribuye al incremento de las muertes por violencia de género en España. , transcribo del periódico.
Más adelante, en la misma columna publicada en la página 4 de la edición de hoy martes, el alcalde se confiesa superado por los acontecimientos, reclama un análisis a expertos que «den una explicación a lo que está ocurriendo». Y admite: «Porque yo, como ciudadano normal, no lo entiendo».
Después distingue la violencia callejera que mató al joven Iván Robaina de la machista, porque son diferentes y, por tanto, las vías de prevención también deben serlo.
Creo que el alcalde abre un debate con su primer argumento. El mismo que defendía la Reina en el libro de Pilar Urbano. Doña Sofía, según publicaron los medios entonces, cree que la difusión de los asesinatos machistas llevan a más asesinatos, como se dice que ocurre con los suicidas y con los pirómanos.
La cuestión es si la publicación de un crimen incita a la comisión de más crímenes. Si el asesino funciona por emulación. Si esto es así, la solución sería no dar publicidad a los crímenes. Años atrás la violencia machista se entendía como un asunto privado, un asunto de puertas adentro, íntimo. La mujer víctima lo sufría a solas y sólo si tenía la suerte de contar con una familia que la apoyara podía tener la esperanza de salir del infierno.
Gracias a que este fenómeno criminal dejó de considerarse un asunto privado, las mujeres víctimas pudieron denunciar y encontrar ayuda. Los gobiernos pusieron medios -aunque siguen sin ser suficientes-, y algunos maltratadores van a la cárcel antes de convertirse en asesinos.
Como ya no es un asunto privado, porque nos agrede a toda la sociedad, hay manifestaciones de repulsa y cada vez más gente dispuesta a denunciar. Cada vez también, hay más expertos que analizan el fenómeno y más personas que creen que la educación es el camino. Y todo esto gracias a la publicidad.
Lo que ha hecho el alcalde es expresar en voz alta una preocupación que compartimos muchos y dar un punto de vista. Quizás la publicidad no sea mala, pero sí la forma que a veces tiene esta publicidad.
(Concentración contra la violencia machista, celebrada en la plaza de Las Ranas de Las Palmas de Gran Canaria, en noviembre de 2005, en una foto de Francisco Socorro Alonso)
Sostiene Saavedra
Publicado en: actualidad
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