¡Sooooo!

A veces me paro; me salgo fuera de mis pensamientos y me digo: ¡Para, muchacha! ¡Sooo!, que le diría a un caballo o a un burro, o a una burra.
Voy tan acelerada que, cuando hago el stop, me sorprendo del tiempo que ha pasado. Pero … si hace tantos meses o tantos años.
Como los burros, las burras o las mulas, a veces pienso que mis preocupaciones son orejeras que no me dejan ver a lo ancho. Solo miro a lo largo, al fondo, al final del túnel, a la zanahoria que cuelga sobre mi cabeza.
Hoy me he dicho ¡sooo! Y he pensado: Basta de economía, que le den a la prima, a Bankia y al déficit; que Montoro diga lo que le parezca y que de Guindos se suba a un idem. Que la Merkel se haga un lifting, porque hay vida además de economía.
Y todo por la parada que experimenté este martes, mismamente. Fue una sorpresa grata de veras. Gracias a la televisión, que tiene sus cosas buenas.
En un capítulo de Españoles en el mundo me encontré con mi vieja amiga Teresa. Teresa ,la palentina más graciosa del planeta -de las que yo conozco-, se me metió en casa después de tantos años. El reencuentro fue una delicia, aunque yo no pude decir ni mú..
Cuando nos conocimos estudiábamos las dos en Madrid, hace casi 25 años, y ahora ella vive en EEUU. Hace mucho que no sabía de ella, hasta este martes, cuando me obligó a parar y me devolvió a aquellos años, a cuando nos creíamos inmortales y la economía era una asignatura ¿de tercero?
Había crisis, pero no era nuestra.