Noticias superpuestas

En esta vida todo es tan relativo que lo que hoy nos parece relevante, mañana puede no tener importancia.
Pensé en esto esta tarde, al terminar el primer día de una semana que promete ser muy intensa en el periódico. Hoy lunes ha llegado Bruce Springsteen a Gran Canaria, un icono de nuestra época, una estrella del rock en el más completo y redondo sentido de la expresión.
Este mismo lunes, mientras esperábamos el avión en el que debía viajar el músico, estuvieron en la redacción del periódico dos humoristas muy populares: Felisuco y Josema Yuste.
En otro momento uno de ellos habría captado toda mi atención. Me refiero a Josema Yuste, venerado por sus tiempos de Martes y Trece y sobre todo por aquel sketch maravilloso que aún hoy -casi treinta años después- me hace reír. Me refiero a la empanadilla de Móstoles que vi en sus estreno la noche de fin de año de 1985 en TVE.
Lo he dicho en más de una ocasión en este blog. Es curiosa la relación que establecemos con estas personas que conocemos tanto gracias a los medios de comunicación y a veces durante tantos años. Son como viejos amigos, aunque para ellos seamos unos desconocidos.
Esta mañana saludé a Felisuco, que no me interesa especialmente, y a Yuste, que sí, y sobre todo por la empanadilla, que aún conservo en la memoria, quizás también por mi natural tendencia a la nostalgia.
Pero quiso el destino que mi encuentro con Josema se produjera al inicio de una semana apabullante en hechos noticiosos en Gran Canaria.
Al concierto de Bruce Springsteen de este martes se suma la visita de Mario Vargas Llosa,- otro icono de nuestro tiempo y también un conocido de toda la vida-, a partir del miércoles. A todo esto hay que sumar una ola de calor y la declaración, prevista para este martes, del presunto líder del caso del kárate.
Se puede decir que los tres: Springsteen,Vargas Llosa y Torres Baena son primeras espadas en aquello que les ha hecho famosos. El primero, por su música; el segundo, por su literatura y el tercero, por sus presuntos delitos.
Con semejante reparto es de entender que la visita de Yuste hoy fuera como de andar por casa, pese al recuerdo de la empanadilla. Pensé en esto y en aquello y en lo volubles que somos los de la prensa.