Garzón dice en su auto que los culpables están muertos, pero que el delito permanece. Dice también que hay víctimas que podrían estar vivas. Se trata de los miles de niños que fueron arrebatados por el franquismo a sus familias para que fueran educados en el amor al régimen.
Había tenido alguna noticia de esta práctica, pero sólo de formas vaga, quizás porque no di con el libro oportuno. Leerlo ahora en el auto de Garzón me hace comprender dónde aprendieron Pinochet y Videla.
Los niños robados
Publicado en: guerra civil
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